El, - Que bella! -
Ella, - Que tonto...-
El, - La invito?-
Ella, - Está loco...-
Y la pared soportaba las miradas
y las baldosas del patio los pensamientos
ella cargaba con dolores de una ausencia
y él angustias y heridas de desencuentros
Y la invitó a su casa por estudio
e insistió para que fuera aquella tarde
pero nunca imaginaron que la vida
intentaría mezclar cartas y barajarles.
Él no paraba de mirarla intensamente
y aunque había otra persona no importaba
desnudaba su alma en ese encuentro,
de su vida, mostraba sus bagajes.
Qué suave brisa habrá mezclado sentimientos?
no se sabe, aun hoy se lo cuestionan
pero cambió sus vidas y hoy son uno
escribiendo de a dos su propia historia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario